¡Cómo hemos cambiado!

 

En una de las muchas tardes que pasamos juntos mi abuelo y yo, hablamos sobre cómo era su infancia y cómo es ahora. La vida ha cambiado mucho, hoy os voy a contar la infancia de mi abuelo en los años 50. Para ello le he hecho unas preguntas.

 

–¿Cómo era tu colegio?

–Antes: Era un edificio pequeño, por un lado, estaban las chicas y por otro los chicos. Respetábamos mucho a los profesores y cuando nos portábamos mal extendíamos la mano para que él nos diera con una regla.

– Ahora: Mi colegio es grande y mixto. Tenemos varios profesores y juntamos dos cursos.  Ahora ya no nos dan con la regla.

 

–¿Qué hacías cuando no tenías colegio?

– Antes: Ayudaba a mi padre con su trabajo y me iba a jugar con mis amigos. Como no teníamos televisión, estábamos a la lumbre y siempre teníamos la puerta abierta, así que venían vecinos a visitarnos.

– Ahora: Juego con mis amigos, pinto, bailo y ayudó a mis padres. Ya no tenemos la puerta abierta pero, igualmente nos sigue visitando la gente.

 

 –¿Qué hacías con tus amigos?

– Antes: Como todas las puertas estaban abiertas, entrábamos por la noche y les tirábamos las sillas, a veces nos pillaban y nos castigaban. Este juego se llamaba el juego del mosquito.

– Ahora: Jugamos al pilla pilla, a contar historias y a veces jugamos con el móvil. A veces hacemos alguna travesura pero no tan fuerte.

 

–¿A qué jugabas cuando eras pequeño?

– Antes: Nosotros jugábamos a las canicas y las chicas al juego de la cuerda. El juego de la cuerda consiste en atar dos cuerdas a las patas de las sillas e ir saltando entre ellas al ritmo de Maria Conchita Chiriri.

– Ahora: Nosotros jugamos al móvil, a pintar y a bailar.

 

–¿Cómo conociste a tu mujer?

– Antes:   Nuestros padres eran amigos y mi padre le vendía animales al padre de mi mujer. Ya que mi suegro era carnicero.

– Ahora: Se suele conocer a la gente en discotecas, gimnasios, conciertos…

 

– ¿Cómo se ligaba?

– Antes: Te acercabas a una chica y le decías, que la querías sacar a bailar.

– Ahora: Usas aplicaciones como Tinder.

 

–¿Qué opinas de las tablets?

– Me parece bien, pero creo que no se hace buen uso de ellas.

 

–¿Qué opinas de la inteligencia artificial?

–No me parece bien, porque se va a cuestionar todo y no vamos a creer nada. No sabes ya que es real y que es ficticio.

 

                                                            Laura con su abuelo

 Laura Carrión Delicado